Para siempre

Foto de Olaya Pazos
Has salido un momento o te has ido para siempre no lo sé porque no he querido preguntar por miedo o por orgullo y me levanto y me ducho y me pongo cualquier cosa y salgo de casa y bajo la calle y cruzo la plaza y entro en el café en aquel café donde una tarde de invierno te vi sentada en una mesa afilando un lápiz y te miré hasta que levantaste los ojos hacia el espejo y le sonreíste te sonreíste a ti a la chica que afilaba un lápiz dentro del espejo que después me miró y de algún modo que no supe hasta meses más tarde me dijo que sí que vale que ahora que ya que siempre pero siempre no fue claro siempre fue más bien entonces allí ese momento nada más encerrados en un lugar y un instante en un café con las paredes repletas de libros y cuadros y lámparas y mesas cubiertas de botellas de cristal y tazas picadas y camareros atareados y mujeres que recuerdan a sus maridos y maridos que olvidan a sus mujeres y hombres llenos de pasado que lo reinventan en libretas anilladas y entro decía en ese nuestro café y me siento en una de las mesas y cojo el periódico y pido un café con leche y quema muchísimo claro porque tiene que ser así tiene que quedarte grabado en la lengua tiene que recordarte durante todo el dia que has estado allí tomando café y paso las páginas de atrás hacia delante y por unos minutos me olvido de ti porque hay tantos deportes en el mundo y tantos libros publicados y tantas noticias de economía y tantas inauguraciones y tantos discursos de políticos y tantos anuncios clasificados que no me acuerdo de ti pero ya sabes que no es cierto que no me olvido de ti lo confieso no dejo de pensar en ti por muchas columnas que tenga la noticia o mucho que queme el café ni siquiera dejo de pensar en ti cuando me fijo en una chica de una mesa cercana que descansa la barbilla en la mano y mira hacia el vacío del futuro y que se parece a ti pero no eres tú y yo me parezco a mí pero no soy yo y termino de leer el periódico y observo a un grupo de estudiantes junto a la pared que gritan y se ríen y se dan puñetazos en el hombro como si creyeran que la vida es solo eso que en la vida no hay domingos por la tarde y me levanto y la chica que se parece a ti no me mira cuando me voy aunque la busco en los espejos en esos espejos donde solo estás tú y salgo y cruzo la plaza y subo la calle y entro en casa y no estás y sé que no has salido un momento sino que te has ido para siempre. 

Texto: David Barreiro



4 comentarios:

  1. Me he quedado sin aliento (por leerlo sin pausas ;) y por lo fantástico del texto e imagen. Muak

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  2. leo y miro, miro, y leo, y con cada una de vuestras historias conseguís que empiece a leer y que quiera que no terminen, porque hacen sentir, porque traen recuerdos aparcados en la mente, porque en todas hay algo que te hace pensar "esto me ha pasado, lo he sentido, es propio".
    Cuando "veo" lo que hacéis siempre me viene a la mente la imagen del mejor de los joyeros artesanos, que crea piezas únicas, irrepetibles, incomparables, porque de una forma que él sólo sabe engarza las cuentas de un collar de manera que brillen y destaquen más si cabe por encontrarles su lugar adecuado... esto es lo que hacéis vosotros, enlazar palabras e imágenes de manera única, donde lo que eran sólo palabras o imágenes brillen con luz propia.

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  3. Creo que voy a tener que dejar de leeros porque me estoy empezando a quedar sin lágrimas!

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  4. Vaya, muchísimas gracias, creo que nuestros lectores (en este caso lectoras) expresan mucho más y mejor que nosotros.
    Gracias, de verdad por vuestra sensibilidad.

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